Obesidad

 Obesidad

En nuestra sociedad obsesionada con el aspecto físico mucha gente cree que el sobrepeso es un problema de estética. Pero tener sobrepeso es un una cuestión médica porque puede afectar gravemente a la salud de una persona.

El peso en su justa medida Cuando los expertos utilizan el término “sobrepeso”, no se refieren a tener unos pocos kilos de más. Todo el mundo tiene grasa corporal, y unos pocos kilitos de más no suponen ningún riesgo para la salud en la mayoría de gente.

Los problemas de salud que se pueden derivar del hecho de tener sobrepeso van mucho más allá de los que estamos acostumbrados a oír, como la diabetes o los problemas cardíacos. El sobrepeso también puede afectar a las articulaciones, la respiración, el sueño, el estado de ánimo y los niveles de energía. O sea que el sobrepeso puede repercutir negativamente sobre la calidad de vida global de una persona.

Definir el sobrepeso

Cuando la gente ingiere más calorías de las que quema, su cuerpo acumula las calorías sobrantes en forma de grasa.

Un poco de grasa corporal de más no supone un riesgo para la salud en la mayoría de personas. Pero, cuando una persona se habitúa a ingerir más calorías de las que quema, la grasa se le va acumulando en el cuerpo.

A la larga, se puede llegar a un punto en que el exceso de grasa corporal puede tener un efecto negativo sobre la salud de la persona. Los médicos utilizan los términos «con sobrepeso» y «obeso» para describir a las personas que están en situación de riesgo de desarrollar problemas de salud relacionados con el exceso de peso.

Como probablemente habrás oído, actualmente hay más gente con sobrepeso que en el pasado, lo que ha llevado a algunos expertos a hablar de una «epidemia de obesidad». Este problema de salud afecta tanto a los jóvenes como a los adultos —un tercio de los niños de entre 2 y 19 años son obesos o tienen sobrepeso. Y actualmente hay gente joven que está desarrollando problemas de salud que antes solo afectaban a los adultos, como la hipertensión arterial, el colesterol alto y la diabetes tipo 2.

¿Por qué la gente desarrolla sobrepeso?

La obesidad se suele dar por familias. Algunas personas tienen una tendencia genética a ganar peso con más facilidad que otras porque queman calorías más lentamente. Cuando escaseaba el alimento esto suponía una gran ventaja. Pero ahora que en la mayoría de países industrializados la comida está disponible las 24 horas del día, 7 días a la semana, un metabolismo eficaz que en el pasado garantizó nuestra supervivencia se ha vuelto en nuestra contra.

Aunque los genes influyen mucho sobre el tipo y el tamaño corporal, el ambiente también desempeña un papel. Hoy en día mucha gente está ganando peso debido a que hace elecciones alimentarias insanas (como la comida rápida o la comida basura) y a los hábitos familiares inadecuados (como comer delante de la tele en vez de alrededor de la mesa). Los tentempiés y bebidas ricas en calorías y de escaso valor nutritivo, las raciones grandes y el estilo de vida sedentario también están contribuyendo a la actual epidemia de obesidad.

A veces, algunas personas se refugian en la comida cuando tienen problemas emocionales, por ejemplo, cuando están tristes, preocupadas, ansiosas, alteradas, estresadas o incluso aburridas. En estos casos, suelen comer más de lo que necesitan.

Evaluar el peso

Determinar si un adolescente tiene sobrepeso puede ser más complicado que hacerlo en un adulto porque los adolescentes todavía están creciendo y se están desarrollando.

Los médicos y otros profesionales de la salud suelen utilizar una medida denominada índice de masa corporal (IMC) para determinar si una persona tiene o no sobrepeso.

Los médicos consideran que un adolescente es obeso cuando su IMC está por encima del 95% de IMC de la población de adolescentes de su mismo género y edad. Cuando una persona tiene un IMC que está por encima del 85% pero por debajo del 95% de los IMC de la población de adolescentes de su mismo género y edad se dice que tiene sobrepeso.

Problemas de salud relacionados con el sobrepeso

La obesidad es nociva tanto para el cuerpo como para la mente. No solo hace que una persona esté cansada y se sienta incómoda con su cuerpo, sino que el hecho de tener que soportar y cargar el peso de más somete al cuerpo a demasiado esfuerzo, sobre todo a los huesos y articulaciones de las piernas. Y, cuando se hacen mayores, los niños con sobrepeso tienen más probabilidades de desarrollar diabetes y problemas cardiacos.

Los problemas de salud que afectan a los jóvenes con sobrepeso incluyen:

  • Enfermedad de Blount (o tibia vara). El hecho de que unos huesos en proceso de crecimiento tengan que cargar un exceso de peso puede provocar esta deformidad ósea en las pantorrillas.
  • Artrosis. El desgaste y la inflamación de unas articulaciones que tienen que cargar un exceso de peso pueden provocar este problema articular doloroso a edades tempranas.
  • Desplazamiento de la cabeza del fémur. Los niños y jóvenes obesos están en situación de riesgo de desarrollar este doloroso problema de cadera que requiere atención inmediata y cirugía para impedir que la articulación se deteriore todavía más.
  • Asma. La obesidad se asocia a problemas respiratorios que pueden repercutir negativamente sobre las relaciones sociales, ya que es posible que los afectados no puedan seguir el ritmo de los demás chicos de su edad. El asma también puede repercutir sobre la práctica deportiva, pudiendo dificultar en casos extremos hasta los desplazamientos entre clases.
  • Apnea del sueño. Este trastorno (en el que una persona deja de respirar temporalmente mientras duerme) es un problema grave para muchos adultos y niños con sobrepeso. No solo interrumpe el sueño sino que la apnea del sueño puede cursar con un profundo cansancio y repercutir negativamente sobre la capacidad de concentración. También puede provocar, a la larga, problemas cardiacos.
  • Hipertensión arterial. Cuando la tensión arterial está demasiado alta, el corazón debe bombear más fuerte y las arterias deben trasportar sangre a mayor presión. Si el problema continúa durante mucho tiempo, el corazón y las arterias pueden dejar de funcionar como deberían. Aunque es muy poco frecuente en la gente joven, la hipertensión arterial es mucho más frecuente en los jóvenes que tienen sobrepeso u obesidad.
  • Colesterol alto. Mucho antes de encontrase mal, los jóvenes obesos pueden tener concentraciones anómalas de lípidos en sangre, incluyendo colesterol LDL (de baja densidad, o “malo”) alto, colesterol HDL (de alta densidad, o “bueno”) bajo y triglicéridos altos. Esto aumenta el riesgo de infarto y de apoplejía con la edad.
  • Cálculos biliares. La acumulación y endurecimiento de la bilis en la vesícula biliar forma cálculos biliares, que pueden ser dolorosos y requerir cirugía.
  • Hígado graso. La acumulación de grasa en el hígado puede provocar inflamación, cicatrices y lesiones hepáticas permanentes.
  • Hipertensión intracraneal benigna. Se trata de un cuadro benigno caracterizado por el aumento de la presión intracraneal que es una causa muy infrecuente de fuertes dolores de cabeza en jóvenes y adultos obesos. Además del dolor de cabeza, los síntomas pueden incluir vómitos, marcha inestable y problemas de visión que, de no tratarse, pueden hacerse permanentes.
  • Síndrome de ovario poliquístico. Las chicas con sobrepeso a veces dejan de menstruar en algunos ciclos —o les desparece la regla por completo— y pueden tener una concentración demasiado elevada de testosterona (la hormona masculina) en sangre. Aunque todas las chicas tienen algo de testosterona en la sangre, un exceso de esta hormona puede interferir con la ovulación y puede provocar un crecimiento excesivo del vello corporal, empeoramiento del acné y calvicie propia de los hombres. El síndrome de ovario poliquístico se asocia a resistencia a la insulina, un precursor de la diabetes tipo 2. Las mujeres con sobrepeso también pueden tener problemas de fertilidad.
  • Resistencia a la insulina y diabetes tipo 2. Cuando hay un exceso de grasa corporal, la insulina es menos eficaz para hacer llegar la glucosa, la principal fuente de energía del cuerpo, a las células. De ahí que se necesite más insulina para mantener una concentración normal de azúcar en sangre. En algunos jóvenes, la resistencia a la insulina evoluciona a una diabetes tipo 2 (elevada concentración de azúcar en sangre).
  • Depresión. Las personas obesas tiene más probabilidades de deprimirse y tener baja autoestima.

Afortunadamente, nunca es demasiado tarde para hacer cambios que te permitirán controlar eficazmente el peso y evitar los problemas de salud que este puede provocar. Esos cambios no tienen que ser radicales. Para empezar, proponte reducir las bebidas azucaradas, no repetir en las comidas y hacer más ejercicio, aunque solo sean de cinco a diez minutos al día. Allana el camino a los grandes cambios haciendo un cambio pequeño tras otro. ¡Y no temas pedir ayuda!

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